6 reglas para ser un buen turista
- Promotora de Turismo Nuestra Tierra
- 14 mar 2019
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 27 may 2019
1. Vístete para pasar inadvertido Vestirse inapropiadamente en un país extranjero te garantizará el destacarse, pero no en el buen sentido. En general, los estadounidenses se visten de manera más informal que las personas de otras culturas. “Inclusive en Europa, la gente no anda caminando en pantalones cortos como hacen los estadounidenses”, señala Post. También considera las costumbres locales: el vestirse recatadamente, por supuesto, es una cuestión fundamental en lugares como el Medio Oriente.
2. Averigua lo básico El punto de viajar, para muchas personas, es aprender sobre el mundo. Si visitas otra cultura, estudia lo básico sobre ella antes de viajar. Podría ser algo tan simple como aprender a pronunciar correctamente los nombres de determinados sitios o calles, o cambiar dinero por adelantado.
3. Preocúpate por sus modales Ignora esa idea caducada de que “lo que ocurre en Las Vegas, no sale de Las Vegas”. “El viajar no significa que tus valores cambien cuando salgas de tu casa”, dice Post. “El mundo es mucho más pequeño en estos días, y tu comportamiento puede tornarse contra ti. Cuando viajes, compórtate con las mismas reglas éticas que aplicas en casa”. Y deja de compararlo todo con tu país.
4. Cuando estés en Roma, come como un romano Comer los alimentos autóctonos es clave para comprender la cultura y las tradiciones de un lugar. Eso no significa que tengas que elegir los platos más exóticos o probar algo que te revuelva el estómago, sino probar un restaurante local especializado en pasta o un puesto de venta de kebabs, en lugar de un típico restaurante de hotel o la cadena internacional de comida rápida.
5. Trata de hablar el idioma local No es esencial hablarlo con fluidez, pero la mayoría de los lugareños valoran al visitante que hace un esfuerzo de pronunciar frases comunes que permiten comunicar las cosas básicas.
6. Habla con los lugareños Aprenderás más sobre el lugar y, por supuesto, el mundo. Asimismo, enriquecerás tu experiencia turística entablando conversaciones con los lugareños. “Haz preguntas”, sugiere Post. “A la gente le encanta hablar de sus vidas”. Pregunta sobre los problemas cotidianos; algo que es familiar para un lugareño podría resultar estremecedor para ti. Recibe las últimas novedades sobre los restaurantes y las tiendas que prefiera la gente. Hablar (y, más importante, escuchar) es el verdadero pasaje al corazón de un lugar.
Tomado de: AARP.

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